Tratamiento de heridas

El pie diabético es una ulceración de los tejidos que forman el pie en pacientes con diabetes mellitus. Una de las consecuencias de la diabetes es la alteración de la circulación, el daño a los nervios y la incapacidad para controlar infecciones. Estas condiciones afectan la capacidad natural del cuerpo para curar adecuadamente las heridas. 
Cada 30 segundos hay una persona en el mundo que pierde una pierna por causa de la diabetes. Sin embargo hasta un 85% de las amputaciones debidas a la diabetes se pueden evitar.

Son lesiones cutáneas causadas por alteraciones con la circulación sanguínea. Aparecen en los miembros inferiores, habitualmente en el tercio inferior de la pierna. Son lesiones crónicas, de difícil cicatrización y causantes de una alta morbilidad. Para su abordaje se requieren terapias avanzadas con múltiples enfoques.

Son áreas de piel lesionada por permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo. Comúnmente se forman donde los huesos están más cerca de la piel, como los tobillos, los talones y las caderas. Son heridas que progresan hacia las capas profundas del tejido dañando piel, músculo pudiendo llegar a la exposición ósea. 
Las lesiones por presión requieren cuidados avanzados de forma permanente

Son heridas que se presentan como complicación de una cirugía, cuando las capas de tejido cerradas mediante una sutura se abren espontáneamente. Esta situación requiere de un abordaje de mayor complejidad para su cicatrización.

Son aquellas causadas por factores externos como accidentes, explosiones, lesiones por armas blancas o de fuego. Son lesiones de aparición súbita y su pronóstico está determinado por la gravedad y la magnitud de la lesión.

La práctica de deportes es una fuente permanente de lesiones en la piel que generan incomodidad y otras complicaciones. En SANA ofrecemos un servicio de diagnóstico y tratamiento mediante telemedicina, en manos de expertos.